VILLA MERCEDES
Una cena solidaria permitió que personas sin familia y en situación de calle tuvieran su Nochebuena
Fue organizada por el grupo solidario de la Iglesia Adventista de esta ciudad, que semanalmente brinda ayuda a los sectores más vulnerables.
Con mucho esfuerzo los integrantes de Ayuda Urbana hicieron posible que muchas personas, sin recursos económicos y con diferentes problemas, pasaran una hermosa Nochebuena.
Desde el viernes, voluntarios y amigos de la Iglesia Adventista comenzaron con los preparativos para la cena solidaria. Durante muchas horas cocinaron pan dulce y budines caseros, empanadas de soja, canastitas dulces y saladas y ensalada de fruta.
En los días previos se encargaron de difundir la invitación por las redes sociales, y todo salió como lo habían planeado. Inclusive Miguel, que está transitoriamente en situación de calle, y que por estas horas está varado en Villa Mercedes, tuvo un lugar para recibir la Navidad.
Este domingo la cena fue en General Guido y León Guillet, donde funciona la Iglesia Adventista, en el barrio Hipólito Yrigoyen.
“Se llegaron amigos sin familia a compartir la cena con nosotros. Fuimos a buscar a un par de abuelos que viven solitos, pero ellos decidieron no asistir por miedo a dejar su casa sola”, comentó este lunes a El Chorrillero, Verónica Saavedra.
Muchos no fueron porque había alerta meteorológica, por eso durante la semana distribuirán las viandas, que ya están listas, y los panes dulces.
“Con cada donación de comercios y amigos, se armó esta cena”, señaló Saavedra. Además anticipó que todos los alimentos cocinados “con tanto amor y esfuerzo se repartirán entre comedores de la ciudad y familias que asistimos semanalmente”.
“Ningún trabajo fue en vano. Sabemos que la necesidad está todos los días, no solo el 24. Por lo que se continuará trabajando y llevando comida a quienes lo necesitan”, agregó.
La entidad, que viene trabajando desde hace tiempo, da comida a más de 70 personas. Para los próximos días tienen anotadas a 80.
“Son chicos que se alojan en casas abandonadas o en la vieja estación de trenes. A veces los encontramos, otras veces no. Es muy triste la situación de quienes están con adicciones. Necesitan mucho amor y saber que son importantes. Les aconsejamos que se acerquen al hospital para asistencia psicológica. Muchos tienen su familia, pero se aíslan dado su problema”, comentó.
En este sentido, el grupo ya tiene datos de más familia con niños que requieren una asistencia, por lo cual consideran que tienen “un gran desafío por delante”, y el objetivo es siempre “llegar a más personas”.